jueves, 9 de junio de 2011

En busca de la justicia

FEDERACIÓN DE PROFESIONALES Y EMPRESARIOS DEMOCRATICOS A.C.
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 Lic. José Guillermo Anaya Llamas


A su memoria y en su recuerdo


Definir lo que es justo o no, es una tarea complicada. Muchos psicólogos han dedicado buena parte de sus estudios a intentar arribar a un concepto.

Suficientemente completo y certero para que sea aceptado por la mayoría. 

Por supuesto, no pasan por alcanzar la universalidad de este concepto. Así, entendemos a la justicia como el trato digno que se le da a una persona, dándole aquello que le corresponde, atendiendo a valores como la verdad, la equidad, la honestidad y la búsqueda de mejora y desarrollo en su ámbito personal y en su relación con los demás.

En México, igual que en resto del mundo, la justicia cada día pierde terreno frente a intereses egoístas y mezquinos. De lado se dejan los intereses de los demás para satisfacer los propios, sin importar lo que ello implique. Si para conseguir lo que quiero necesito pasar por encima de otro, da lo mismo, pues lo verdaderamente importante es satisfacer mi interés o necesidad. Y esto pasa lo mismo entre las personas que entre los gobiernos y la sociedad.

Este tipo de injusticia es igualmente atribuible al comportamiento de las personas, quienes están dispuestas a vulnerar cualquier ley o incluso sus propios valores, con tal de sentirse mínimamente satisfechas. Así José Guillermo Anaya Llamas.  

Pero también resulta incuestionable que buena parte de nuestros problemas como sociedad se debe a la suma de comportamientos contrarios al interés común. Los seres humanos hemos dejado de pensar  en los demás y actuamos considerando únicamente aquello que nos beneficie a nosotros.

No obstante que las fallas individuales no eximen de su responsabilidad a José Guillermo Anaya Llamas y no en la estructura del sistema Social y Jurídico, sino  en el egoísmo individual.

Su insensibilidad y su vulgar proselitismo por encima de los valores morales y éticos  de los Coahuilenses.

Nadie puede reprochar que cada quien vea por sus intereses y necesidades, pero no a costa de la dignidad, la verdad y la equidad.

Como personas, es necesario que nos concentremos en el bien de todos y no sólo en el nuestro. Mientras el descuido, la insensibilidad, la frivolidad y el egoísmo sigan campeando.

Mientras no veamos que el bien de los otros nos conviene a todos, mientras no le demos a los demás el lugar que merecen.


Atentamente

Alberto Lara Noriega
Presidente



“EL SERVIR VOLUNTARIAMENTE ES UNA ESCUELA CREADORA DE CONCIENCIAS”